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Que ver en Croacia

Antes de 1991, en Croacia se congregaban unos diez millones de turistas europeos al año, que llegaban para disfrutar de sus hermosas playas adriáticas, del sol, la vida barata y un poco de naturaleza.

Con el advenimiento de la guerra, ese ritmo de ciudad turística se perdió, pero el encanto y charme del país han quedado intactos. Actualmente, muchas de las áreas turísticas han sido restauradas, pero los vestigios de las penas que sufrió el país abundan, y todos los habitantes tienen una historia distinta para contar.
Muchas civilizaciones pasaron por el suelo croata: los romanos, los eslavos, los tártaros en 1242. Luego los turcos amenazaron con tomar el área, por lo que los croatas del norte pidieron protección a Austria y terminaron bajo su poder. Los venecianos también tomaron una parte del país en el siglo XV, que luego fue conquistada por Napoleón. Al terminar la Primera Guerra Mundial, Croacia pasó a formar parte del reino formado por Serbia, Croacia y Eslovenia. Luego de la Segunda Guerra Mundial, en la cual casi un millón de croatas murieron en manos de los nazis, el país pasó a ser una república dentro de Yugoslavia. En 1991 declaró su independencia de la Federación Yugoslava, lo que desató una guerra. En seis meses 10.000 personas murieron, cientos de miles partieron y otros miles quedaron sin hogar. En 1995 con el acuerdo de Dayton, un poco de estabilidad volvió al país.
A pesar de los problemas, Croacia logró reparar una gran parte de los daños, en especial la restauración de Dubrovnik, y algunos turistas se están animando a volver.
El artista más famoso y querido es Ivan Mestrovic, escultor. Sus obras pueden verse en las plazas de los pueblos y ciudades por todo el país. También ha diseñado varios edificios imponentes, incluyendo el increíble Museo Nacional de Historia de Croacia, ubicado en Zagreb. La música folclórica posee un estilo ecléctico. El kolo es una animada danza eslava en ronda, acompañada por violinistas y músicos gitanos, que tocan la tambura, una mandolina croata. En Dalmacia, los grupos de guitarra y acordeón tienen un distinguido sabor italiano.
En la comida, lo que no faltará es el aceite, ya que son amantes de lo frito. Entre las grasientas delicias se encuentran el burek, un pastel hecho de carne o queso y piroska, una donut o rosquita frita de queso de la región de Zagreb. La región adriática, por su parte, se especializa en la comida marina. Los platos locales son scampi, prstaci y brodet (estofado de distintos pescados con arroz). Más adentro del continente, busquen por manistra ob bobica ( sopa de habas y choclo) o el struckle (arrollados de queso cottage).
El áurea medieval de Croacia perdura en las adoquinadas calles de Rovinj y la recientemente restaurada Stari Grad en Dubrovnik. También alberga algunas de las ruinas romanas más impresionantes de Europa, entre ellas, el inmenso palacio de Diocleciano en la ciudad de Split.
Las playas y el clima no han cambiado nada, siguen siendo imperdibles. Croacia ha vuelto al mapa para los turistas, y la buena noticia es que por ahora no está atestada por ellos, lo que le da un carácter especial y relajado a la visita.
Advertencia En el área de Eslovenia del este, en la frontera de Croacia con Yugoslavia, la ONU puso un control administrativo de transición, y lograron desmilitarizar la zona y estabilizarla. Pero aún continúan ocurriendo actos aislados de violencia y arrestos civiles. También se debe tener cuidado con las minas, que siguen enterradas en el suelo de la zona.

Que ver en Dubrovnik

La ciudad de Dubrovnik fue fundada 1300 años atrás. Su mayor interés reside en la vieja ciudad de Stari Grad, que cuenta con plazas con piso de mármol, calles adoquinadas, altas casas, conventos, iglesias, palacios, fuentes y museos, todos cortados por la misma piedra de suave color. La intacta muralla que rodea la ciudad, la protege de los ruidos molestos de los motores. El pueblo guarda un clima agradable. Se caracteriza por la frondosa vegetación, debido a su ubicación al sur del país, sobre la costa adriática. Aunque Dubrovnik sufrió muchos bombardeos en 1991, fue muy bien restaurada. Recientes viajeros aseguran que el Stari Grad se encuentra mejor que antes de la guerra, en especial por que las multitudes de turistas no han vuelto todavía. Dentro de los muros de la ciudad, se puede caminar por el paseo pedestre de Placa, la columna vertebral de Stari Grad. Uno se puede topar con edificios góticos, farmacias del siglo XIV e iglesias barrocas. Es muy interesante detenerse a observar el muro, construido entre los siglos XIII y XVI, que sigue intacto hasta el día de hoy. Se eleva como la muralla más elegante de toda Europa, con más de 2 km de largo, 25 metros de alto y 16 torres, desde las cuales se obtienen unas vistas impresionantes de la ciudad, que tal vez sea lo mejor de la visita a Dubrovnik. Si sienten que el sol los apremia, pueden acercarse a las playas de Dubrovnik, o mejor aun, tomar un ferry hasta la isla Lokrum. Esta isla es un parque nacional y cuenta con una playa nudista, entre otras cosas. La forma más fácil de encontrar dónde dormir en Dubrovnik es aceptando una de las ofertas por un cuarto privado de una de las mujeres que esperan en la terminal del ferry. Si optan por un hotel, les costará más caro. Las formas de llegar son varias: por avión, desde Zagreb; por ómnibus, de todas partes; y por ferry, desde Hvar, Split, Zadar y Rijeka. El ferry es más caro pero sin dudas es la forma más cómoda de viajar. Dubrovnik ha sido restaurada completamente y de forma impecable. El Stari Grad es una de las atracciones más importantes de Croacia y hasta de Europa. Un viaje a Croacia no estaría completo sin pasar una visita a la ciudad de Dubrovnik.

Iglesia San Blas

Se ubica en la punta de la Placa. La iglesia es un hermoso edificio de estilo barroco italiano.

Isla Lokrum

Esta isla, a la cual se llega en ferry, es un parque nacional, con una rocosa playa nudista, un jardín botánico y las ruinas de un monasterio benedictino del medioevo.

Monasterio franciscano

Justo dentro de la Puerta Pile, este monasterio fue cuenta con una farmacia que ha estado funcionando desde 1391.

Palacio del rector

También ubicado al final de la Placa, este palacio fue construido en 1441. Hoy en día funciona como un museo con cuartos amueblados, pinturas barrocas y exhibiciones históricas. Enfrente del palacio, a la mañana, hay un ajetreado mercado matutino.

Placa

Es el espectacular paseo pedestre de Dubrovnik, que se extiende desde la estación de ómnibus, fuera de la Puerta Pile, hasta la torre del Reloj al otro lado de la ciudad.

Que ver en Zagreb

La ciudad de Zagreb es la capital de Croacia desde 1557. Al recorrerla, se puede ver aún gran parte de la ciudad medieval que supo ser. Durante la guerra fue bombardeada pero no sufrió muchos daños, lo que facilitó la rápida recuperación. La gente ya va a comprar normalmente, toma café en pequeños bares en la calle, sonríe y muchos se visten con ropa de diseñadores italianos. Por desgracia, muchos museos siguen cerrados por las reformas. Para dormir hay muchos hoteles de precios altos, en especial en el área cercana a la estación de tren. Habitaciones baratas son difíciles de encontrar por ahora. Algunos de las reliquias del pasado de la ciudad se aprecian en la Catedral, construida en 1899 sobre los restos de la antigua, los cuales son visibles aún hoy. Se destacan sus frescos del siglo XIII, los bancos del Renacimiento y los altares y pulpitos. Al noroeste, se encuentran las torres Lotrscak, desde cuya cima se obtiene una increíble vista de 360° de Zagreb. Se pueden apreciar algunas esculturas de Ivan Mestrovic en la iglesia San Marcos, dentro del área de las torres. La parte baja de la ciudad es especial para ponerse zapatos cómodos, caminar y entrar en alguno de los museos, como la Galería Strossmayer, el Museo Arqueológico y otros. Detrás del Museo Arqueológico se puede ver un parque con esculturas romanas. En la parte oeste de la ciudad, no pueden perderse el museo Mimara, una de las colecciones de arte más impresionantes de Europa, donada por Ante Topic Mimara. Para los que se atreven, el cementerio Mirogoj, ubicado al norte de la ciudad, es uno de los más hermosos de Europa. Al caminar por la parte céntrica de la ciudad se encontrarán con muchas de las atracciones, y si no se topan con ellas, seguramente estarán muy cerca. Zagreb es sin lugar a dudas una ciudad repleta de historia, de gente alegre que se recupera de las heridas sufridas durante la guerra, y afortunadamente, no ha sido muy destruida por los bombardeos.

Castillo Medvedgrad

Fue construido en el siglo XIII frente a la amenaza de un ataque tártaro. Se ubica en el costado sur del Monte Medvednica sobre Zagreb. El castillo se encuentra en muy buenas condiciones gracias a algunas restauraciones que han debido hacerse. Dentro se puede ver el “Altar of the Homeland”, un recordatorio en honor de todos aquellos que murieron por la libertad de Croacia a lo largo de su historia.

Catedral de Zagreb

Investigaciones arqueológicas sugieren que la primera iglesia del lugar se construyó en el siglo IX. Como muchas de las iglesias de Europa, la catedral sufrió muchos cambios y destrucciones. La más reciente fue durante el terremoto de 1880, que arruinó la torre de las campanas de forma irreparable. Se ubica sobre la calle Kaptol 31. Abre todos los días de 6 a 20 horas.

Museo Mimara

Es el primer museo de arte fundado sobre la colección de Ante Topic Mimara. Alberga unos impresionantes vidrios soplados y hechos a mano, arte desde los egipcios hasta el siglo XIX y una gran exposición de arte de Asia. Son muy especiales los íconos cristianos del este Europeo. También se encuentran obras de antiguos maestros europeos y contemporáneos, y hasta hay unas obras impresionistas. Se ubica en Roosveltov trg 4.

Museo Técnico

Este museo sufre de falta de financiamiento y de interés por parte de la gente, por lo que se encuentra un poco deteriorado. Aparte de las típicas cosas que se pueden ver en un museo de tecnología, lo que hace que valga el viaje es la exposición del inventor Nikola Testla. El museo se ubica en Savska Cesta 18.

Torres Lotrscak

Cada mediodía, un cañón dispara desde la cima de estas torres del siglo XIII para conmemorar el día en que, según la tradición, una de sus balas aterrizó sobre el almuerzo del Pasha turco, lo que lo convenció de no tomar la ciudad. Dentro de las torres, se encuentra un pequeño museo, que exhibe la historia de la ciudad. Otra razón para ir es la vista que se obtiene desde la cima. Están ubicadas en Strossmayerova setaliste 9